TIPO: | AULAS |
TAMAÑO: | 275 M² |
LUGAR: | NAYON, ECUADOR |
EQUIPO: | GABRIELA ANKER, AARON LEPPANEN, GABRIELA VALDEZ, GABRIELA AREVALO, CAROLINA RODRIGUEZ, BELEN ACURIO |
Campoverde es un colegio ubicado en un valle aledaño a la capital cuyo objetivo principal es promover la sustentabilidad a través de sus métodos educativos y constructivos. Leppanen Anker recibió el encargo de desarrollar un plan maestro para la ampliación del colegio el cual incluye una biblioteca, cafetería, auditorio, bloque de la sección secundaria, y varias áreas exteriores. Existía por parte del cliente un interés muy grande por conservar las áreas verdes y respetar la topografía tan característica que tiene el colegio. Es por esto que el concepto primario del plan maestro pretendía la creación de un “parque educativo” que permita la creación de ambientes de aprendizaje. Vimos a la arquitectura como un mecanismo de transformación ambiental, el cual se adapta a distintas condicionantes que el entorno brinda: clima, topografía, programa, usuario y crecimiento.
Leppanen Anker recibió el encargo de desarrollar un plan maestro para la ampliación del Liceo Campoverde el cual incluye diversos equipamientos, el desarrollo de la sección secundaria y varias áreas exteriores. Existía un interés por parte del cliente en promover la sustentabilidad a través de métodos educativos y constructivos.
“BLOQUE A”comprende la primera etapa de lo que será la sección secundaria. El proyecto ve al entorno como un elemento integral de la experiencia educativa a través del aprendizaje “sobre” y “en” el entorno. Es por esto que el sistema de circulaciones existente del colegio, a través de rampas, y la manera en que estas se relacionan con la topografía formaron las condicionantes más determinantes al momento de diseño. Nos interesó reforzar la condición de pasar “a través” y “debajo” del edificio por lo que las circulaciones exteriores del proyecto componen el elemento integrador.
BLOQUE A está conformado por dos volúmenes que se encuentran divididos, y a su vez, articulados por un puente en el segundo nivel. Se utilizaron formas geométricas simples para mantener armonía con el lenguaje arquitectónico existente. Se buscó generar una tensión entre volúmenes a través de la materialidad, la textura y el vacío siempre relacionándolo con su entorno natural.